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Una isla a la que llamar propia. Una isla para cada día del año. El escenario parece surrealista, es cierto. Pero, créame, existe y está a su alcance.
La composición de la escena no se detiene ahí. También hay un mar Caribe de colores deslumbrantes, cabañas con balcones frente a la playa y muchos cocoteros que dan sombra y agua fresca. Si todo esto forma parte de tu paquete de felicidad, ¡bienvenido a San Blas!
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Entre más de 360 islas -y entre ellas, menos de 50 habitadas- vivirá días de inmersión en el paraíso.
Las pequeñas porciones de arena encierran tanta belleza que es difícil no emocionarse. Es como sentirse en una animación infantil, donde los decorados son tan perfectos que parecen haber sido diseñados para la gran pantalla.
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Y si necesita algo más para sentirse totalmente realizado, coja un barco y navegue por el mar con todos sus matices de azul y verde camino del próximo paraíso, o isla.
El destino es aún poco conocido pero puede que se aloje en una isla con turistas belgas, suizos, franceses, portugueses, chilenos, argentinos, mexicanos y canadienses… ¡Uf! Con cada conversación, surgirá una nueva nacionalidad y así San Blas se convierte cada vez más en un mito entre exploradores de todo el mundo.
El archipiélago, situado en la costa atlántica de Panamá, ya ha sido objeto de numerosas disputas.
Durante siglos, los indios que vivían en esa región, llamados kunas, lucharon por mantener sus tradiciones, su cultura y -lo más importante- su territorio.
Las batallas se libraron especialmente por los recursos naturales de la zona que, además de estar densamente ocupada por bosques, es rica en oro.
Sólo en 1925, tras cuatro días de revolución durante el carnaval, los kunas consiguieron el derecho a ser una región indígena autónoma (y el gobierno panameño no firmó los términos hasta 1938).
Hoy, el territorio antes conocido como San Blas, se llama oficialmente Kuna Yala.
La Comarca de Kuna Yala está compuesta por el archipiélago de San Blas y más de 320.000 hectáreas de bosque preservado.
Toda explotación de los recursos naturales está prohibida en la región. Sólo los indígenas kuna tienen derechos sobre la tierra y no se permite ningún tipo de inversión extranjera.
Precisamente por eso, Kuna Yala sigue siendo una de las pocas islas del Caribe que ofrece una experiencia tan íntima con la naturaleza, donde los visitantes se alojan en sencillas cabañas, sin la artificialidad de los grandes complejos turísticos, y disfrutan de unas islas casi autóctonas.
¿Dónde alojarse en San Blas?
Si usted es el tipo de viajero que quiere disfrutar del lujo de los grandes resorts, de la comodidad de camas king-size con sábanas de algodón egipcio, bañeras de hidromasaje y aire acondicionado, olvídese de San Blas.
Pero si de verdad quieres disfrutar de uno de los lugares más paradisíacos del mundo, perderte entre paisajes espectaculares, despertar en el océano y tener una isla a la que llamar tuya, ¡San Blas es tu destino!
No engañemos a nadie. Visitar la Comarca Kuna Yala es una tarea para aquellos con el corazón y la mente abiertos para una experiencia muy rústica pero absolutamente única.
Tendrás que renunciar a prácticamente todas las comodidades y a muchas normas que parecen básicas y obligatorias en la vida cotidiana.
Deja a un lado el hecho de que no hay electricidad las 24 horas, agua caliente y dulce en la ducha, televisión en las habitaciones (por cierto, no hay enchufe en la habitación, ni en la cabaña), ropa de cama nueva y fresca, toallas que se cambian todos los días y tu propio cuarto de baño.
¡Atención! ¿Aún quieres ir a San Blas? Entonces, ¡bienvenido a uno de los destinos de playa más bellos del mundo!
El principal factor que determina el tipo de alojamiento que existe en San Blas es que el territorio es una reserva indígena.
En la Comarca Kuna Yala, todas las islas son propiedad de los kunas y sólo ellos pueden explorar el archipiélago. Al principio, el turismo se centraba en conocer la cultura indígena, por lo que gran parte del alojamiento sigue el modelo de las cabañas tradicionales de las aldeas kuna.
Sin embargo, esto ha ido cambiando y ahora los indios han empezado a invertir en estructuras con más confort e intimidad.
Es visible la transformación que se está produciendo en muchas islas, donde las chozas de paja están dando paso a bungalows de madera e incluso de mampostería.
Para muchos, esto puede ser negativo, ya que resta autenticidad al lugar. Para otros, un poco de comodidad es bienvenida, lo que sin duda aumentará el número de turistas en la región.
Así que date prisa en conocer San Blas antes de que se convierta en un destino popular y concurrido.
El archipiélago de San Blas está formado por más de 360 islas. Tantas opciones hacen difícil elegir dónde alojarse. Y, créame, aunque casi todas las islas son hermosas, hay varias pegas que pueden entorpecer su estancia allí.
Lo principal es saber que los alojamientos más estructurados están en las regiones menos bellas (Playón Chico, Achutupo, Corazón de Jesús y El Porvenir) y los más rústicos en las más bellas (región de Cartí). Si pretende alojarse en un “hotel” con habitación de mampostería y baño privado, prepárese para coger un barco todos los días a una isla que tenga una playa preciosa.
Es el precio que hay que pagar por la comodidad. Pero si está listo para una choza de paja y un pie en la arena, no necesitará salir del balcón para ser feliz.
Alojamiento en Cabañas
Más común y también más disputado entre los turistas, el alojamiento en cabañas atrae a los viajeros dispuestos a elegir una hermosa playa para pasar sus días en San Blas, sin centrarse demasiado en la comodidad
La norma entre las cabañas es que todas están hechas de paja. Dentro, el suelo es de arena y sólo hay las camas y una mesita.
Algunas ofrecen suelo batido, paredes revestidas interiormente con telas, verandas frente a la playa, una o varias camas, sillas y hamacas.
La cuestión de los baños es quizá la más crítica para quienes se alojan en una cabaña. Casi no hay opciones con baño privado.
En general son muy precarios, mal acabados y con dudosas condiciones higiénicas. Las duchas nunca son eléctricas (de hecho, ni siquiera necesitan serlo) y el agua del baño es salobre.
El retrete no siempre está cubierto y a menudo la cisterna puede ser sólo un cubo de agua arrojado por el propio huésped.
Hay excepciones de islas que ofrecen aseos dentro de las cabañas, no mucho mejores, pero sin duda más reservados.
El archipiélago de San Blas es para aquellos a quienes les gustan las experiencias notables, los destinos exóticos, los paisajes impresionantes y una historia maravillosa que contar.
Como San Blas es un destino aún muy poco explorado, y totalmente gestionado por indígenas, no siempre habrá información disponible en Internet.
Y te aseguramos, es muy difícil no sentirse la persona más feliz y privilegiada del mundo mirando al mar de San Blas.
Cayos Holandeses
Elegir qué islas visitar o dónde alojarse no es tarea fácil. Las opciones son muchas y, por increíble que parezca, todas son diferentes entre sí.
Hay islas con un solo cocotero, otras sin ninguno; algunas están rodeadas por un mar tan poco profundo que parece una piscina, mientras que otras tienen formaciones coralinas que hacen que el agua sea multicolor e invitan a horas de buceo.
Hay islas desiertas, muchas sin nombre y otras repletas de cabañas; incluso hay una que le cautivará.
Lo más importante es tener en cuenta que su viaje será tan bueno como su isla, así que elija con calma, sobre todo si dispone de poco tiempo para explorar la región.
Las islas más bellas y famosas del archipiélago se encuentran en la parte noroccidental de la Comarca Kuna Yala, cerca del Puerto de Cartí y del aeropuerto de El Porvenir, donde se encuentra el Golfo de San Blas.
Aunque muchas islas son increíblemente bellas, algunas han adquirido más notoriedad. La más famosa entre los visitantes es Isla Perro (Achudup o Perro Chico). Ofrece todo lo mejor de San Blas en una sola isla.
Cuenta con una excelente extensión de arena para la playa, un largo tramo de “piscina” en el mar, un buen restaurante para los visitantes e incluso un barco hundido que dio origen a varios corales.
Es uno de los puntos más interesantes para practicar snorkel, ya que el barco es muy poco profundo y hasta los niños pueden alcanzarlo.
También parte de la mayoría de las excursiones, pero no exactamente una isla, el banco de arena de Isla Estrellas atrae a muchos visitantes.
La piscina natural formada en medio del mar, además del hermoso paisaje, ofrece a los visitantes la oportunidad de ver varias estrellas de mar.
Como la visibilidad desde el agua es enorme, es fácil encontrarlos, incluso caminando con la cara fuera del agua.
Otra isla muy popular, sobre todo entre los panameños, es Isla Aguja (Icodub).
La causa de tanta demanda de la isla es que es la más cercana al continente, es decir, la de más rápido acceso.
La estructura de Aguja es de las mejores, con casas y baños de ladrillo, un buen restaurante, cabañas y zonas de acampada. El mar también es precioso.
El único factor que no ayuda es el exceso de gente.
Para quienes prefieran disfrutar de un entorno más tranquilo, pero no desierto, las islas Perro Grande y Chichimè son excelentes opciones
Una de las mejores excursiones para quienes se alojan en las islas es explorar las zonas más remotas del archipiélago.
Según los propios kunas, la zona más bella de todo San Blas es el grupo de islas conocido como los Cayos Holandeses.
La zona es prácticamente virgen, lo que da a los visitantes la sensación de ser los descubridores y únicos habitantes de este paraíso.
Ir a Cayos Holandeses es como subir de categoría cuando ya se está en un destino de cinco estrellas.
De regreso, no deje de pasar por Isla Estrella, donde no hay cabañas y sólo los viajeros más relajados se alojan en tiendas de acampada.
¿Cuánto tiempo es necesario para conocer San Blas?
Lo ideal para disfrutar de San Blas es pasar al menos dos noches. Así tendrá la oportunidad de pasar un día descansando en su isla y el otro recorriendo otras maravillas del archipiélago.
Es un lugar para tomarlo con calma y disfrutar de cada minuto del paisaje sin prisas.
No hay que olvidar que estamos hablando de un entorno lleno de naturaleza, lo que significa que algunos pájaros entran en las cabañas y se comen la comida desprotegida y las lagartijas se pasean por las paredes, insectos (sobre todo hormigas) pueden formar parte de la vida cotidiana en las islas.
No espere un entorno estéril.
Alojamiento en tiendas de campaña
Quienes estén acostumbrados a acampar se sentirán como en casa en el archipiélago de San Blas.
Casi todas las islas que ofrecen alojamiento en cabañas también aceptan huéspedes para acampar.
Y los que traigan su propia tienda de campaña pueden incluso elegir una isla que ni siquiera tenga cabaña, lo que significa que tendrán la oportunidad de experimentar un entorno aún más exclusivo.
Esta práctica es bastante habitual y quizá incluso más recomendable. Tendrá un control total sobre su territorio, especialmente en cuestiones como la higiene y la comodidad.
Llevar todo el equipo de acampada hará que la experiencia en la isla sea mucho más previsible.
Los precios suelen ser más baratos para los que utilizan la zona de acampada y, aun así, el turista que elija esta opción podrá disfrutar de tres comidas al día y también del baño colectivo.
Evite el equipaje voluminoso y los objetos innecesarios. Si decide acampar en una isla que no dispone de cabañas, compruebe las instalaciones sanitarias que ofrece.
Puede que este aspecto le decepcione un poco y acabe arruinando su viaje si le pilla por sorpresa.
Consejos para los días en las islas
Trae ropa de cama y baño o un saco de dormir. Las sábanas no están muy limpias, lo que puede resultar molesto. No olvide su toalla, no se ofrece en la isla
Ten un candado que te sirva tanto para atar la mochila a la tienda como para cerrarla. No es frecuente ver casos de robo en las cabañas, pero no está de más estar preparado;
Guarde sus documentos en bolsas impermeables. Corren grandes riesgos en un entorno playero y en las islas no tendrás dónde guardarlos;
Lleva una linterna u otra fuente de luz. La electricidad no funciona las 24 horas del día y puede necesitarla para moverse por la isla de noche (aunque la luz de la luna es muy intensa);
Lleva siempre un galón de agua fresca;
Lleve suficientes rollos de papel higiénico para los días que vaya a estar allí. Aunque están disponibles en las islas, no siempre están secas y en buen estado;
Las toallitas húmedas para bebés son bienvenidas para complementar la higiene básica;
Llévate una zapatilla que puedas utilizar durante el baño, así como una bolsa de plástico que puedas colgar con tu ropa, toalla y productos (no querrás dejarlos en el suelo, créeme);
Comida en San Blas
Quienes deseen visitar San Blas tendrán que renunciar a varios lujos, uno de ellos directamente relacionado con las comidas.
Las islas no ofrecen muchos recursos ni una estructura que favorezca la preparación de comidas elaboradas o menús extensos.
En San Blas no hay merenderos, panaderías, tiendas de comestibles, minibares, cocinas en las habitaciones y mucho menos restaurantes temáticos como en otros destinos del Caribe.
En lo único que San Blas se acerca a los grandes complejos es en que también es una especie de “todo incluido”.
Casi todos (si no todos) los alojamientos del archipiélago panameño ofrecen un paquete completo con desayuno, comida y cena.
Las excursiones de un día también incluyen el almuerzo. Es la norma entre las islas de la comarca de Kuna Yala.
A pesar de ser un territorio indígena, la comida que se sirve a los turistas no es típica de los kunas, sino todo lo contrario. Los platos son muy familiares y poco difieren de lo que estamos acostumbrados a comer a diario.
Todo es muy sencillo pero sabroso. Las raciones no siempre son generosas, pero los Kuna no suelen negarse a repetir.
La comida más floja suele ser el desayuno, en el que predominan los huevos con pan y bebidas como el café instantáneo y el té. No esperes mucha variedad, pero ten por seguro que nadie se quedará con hambre.
Las bebidas no están incluidas en la tarifa diaria, pero las islas ofrecen a la venta refrescos, agua, zumos y cervezas.
Recuerda que la electricidad no siempre funciona a tiempo completo, por lo que siempre existe el riesgo de que las bebidas estén calientes.
Aquí tienes algunos consejos que pueden mejorar tu estancia en San Blas:
Lleve siempre alimentos que puedan complementar las comidas, como: cereales para el desayuno; almendras y nueces; frutas secas y frescas (plátanos y manzanas); salami; panes planos; barritas de cereales y bebidas en envases de larga duración.
Prevenir siempre es mejor que pasar hambre.
Recuerde que en las islas no hay nevera, así que olvídese de cualquier alimento que necesite refrigeración.
Lleve siempre un litro de agua, sobre todo si va a pasar varios días en la isla. Servirá no sólo para beber, sino también para lavarse los dientes.
También se aceptan bebidas pequeñas en porciones individuales. Los supermercados panameños ofrecen una amplia variedad de estos productos.
Si quieres “pedir” una comida especial, como langosta o centolla, pídela siempre en la comida anterior. Los kunas no preparan nada con pedidos de última hora.
Si va a hacer una excursión de un día, pida su comida nada más llegar a la isla. Las opciones son limitadas y es posible que no pueda elegir lo que quiere.
Lleve siempre dólares en billetes pequeños. No es habitual que circulen billetes grandes entre los kunas.
Llévate algún medicamento para el estómago, te vendrá bien si no te adaptas a la comida.
¿Cuándo ir a San Blas?
El entorno paradisíaco de San Blas no podría estar completo sin un clima absolutamente maravilloso.
Las islas rodeadas de cocoteros y el intenso color del mar Caribe cobran aún más vida ante el insistente sol que impera en la región.
Situado en la zona tropical del mapa, y fuera del cinturón de huracanes, el archipiélago goza de temperaturas estables y un tiempo extremadamente tranquilo.
La temperatura en San Blas nunca baja de los 20°C y casi siempre se mantiene en torno a los 27°C (los meses más calurosos son marzo y abril, con máximas de 32°C).
Las noches son frescas y los cielos increíblemente estrellados, mientras que los días son casi siempre soleados e invitan al baño.
